Hijas de Lilith 2014-18



Lilith, aquella que , según el mito, surgió al mismo tiempo que Adán de las manos del Creador, de fascinante belleza, guapa fémina muy enigmática, bastante siniestra, fatídica y perversa, espontánea y libre,  indómita e impetuosa, celosa de su independencia, rotundamente atrayente, de ardientes deseos y de contundente seguridad en sí misma, que se rebela contra el rol asignado para las de su sexo, capaz de plantarle cara al mismísimo Creador si es preciso (como así hace) y de marcharse incluso del Paraíso. Está feo tener la osadía de querer asemejarse al varón reclamando paridad con el mismo, discutir el rol a tomar respecto a éste, desobedecer las órdenes del Hacedor con tanto atrevimiento, abandonar el Paraíso.
Lilith abrió las puertas de lo prohibido. Lilith rompió con lo estipulado por el Creador para la raza humana. Quebrantó lo establecido, se querelló contra el orden natural de las cosas, abandonó el lugar propio de la Humanidad, trasgredió los límites impuestos a los seres humanos (algo que también hará Eva en su momento) y por ello se ha colocado fuera del mundo de los hombres
Lilith contiene en sí elementos suficientes que, sin hacer una valoración moral, sí nos permiten en cambio pensar en un patrón típico de lo femenino caracterizado por rasgos como la independencia, la autonomía, la autopertenencia, la confianza en el propio criterio, el sentido crítico, la vinculación con el propio ser y el propio deseo que desde nuestra mentalidad la hacen conceptualizar como individuo libre. El mismo hecho de su "ocultamiento" en las profundidades nos mostraría que el factor Lilith puede estar en determinadas mujeres reprimido, oculto en su propio interior, mas permanece latente y actúa desde las propias profundidades.
Lilith nos remonta a la tan mitificada, por otra parte, etapa matriarcal de la Humanidad, cuyos restos casi podemos exhumar si hacemos arqueología cultural y, aún ahora, contemplamos implícitos en algunos textos de la Literatura clásica y en el simbolismo de las Diosas lunares.
El simbolismo de Lilith, por tanto, apuntaría a un momento previo al actual orden social patricéntrico que ha prefijado determinadas pautas de relación entre hombres y mujeres. Y por "actual" entendemos vigente, en el sentido de que corresponde a unos códigos todavía en uso en los patrones culturales judeo-cristianos y en las sociedades a ellos adscritas; códigos que se remontan a los orígenes mismos de esta tradición. No hay más que ver cómo ha "desaparecido" Lilith, cómo aparece Eva en el Génesis, la interpretación y la divulgación tan particular que durante siglos se ha hecho de los actos de nuestra primera madre como portadora del mal y fuente del pecado para la Humanidad, además de las consecuencias sociales e individuales provocadas con tales transmisiones.
No sabemos casi nada de Lilith. Salvo una brevísima mención en el libro de Isaías (1). La Biblia cristiana no dice nada más sobre Lilith. No existen apenas datos originales de esta figura que ha llegado hasta nosotros procedente, sobre todo, de la vieja tradición talmúdica (2); aunque no es exclusivamente oriunda de tal contexto, ya que, comparaciones, equivalencias y similitudes aparte, la encontramos claramente identificada en la vieja simbología súmera y babilónica integrando, incluso, ciertas versiones del ciclo de Gilgamesh (3)

1- Capítulo III del Génesis
2-El Talmud (התלמוד) es una obra que recoge principalmente las discusiones rabínicas sobre leyes judías, tradiciones, costumbres, historias y leyendas. El Talmud se caracteriza por preservar la multiplicidad de opiniones a través de un estilo de escritura asociativo, mayormente en forma de preguntas, producto de un proceso de escritura grupal, a veces contradictorio .
3- La mitología cuenta que Gilgamesh fue un rey déspota que reinó en Babilonia en la ciudad de Uruk (actual Warqa, en Irak).


















































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